Proyectar no es suficiente arquitectura
Juan Carlo Cano / Fermín Andrade / Víctor
Alcérreca
Las conversaciones que
tienen lugar en un taller de arquitectura muy a menudo incluyen referencias a
arquitectos y a obras que pensamos son significativas, ejemplares. Es una
manera natural de enriquecer la reflexión, si entendemos la arquitectura como
un largo y continuo proceso de pensamiento al que cada proyecto se añade, y no necesariamente
como una constante gimnasia de la novedad.
Muy a menudo, lo hemos confirmado, estas referencias son atendidas por los
estudiantes de manera superficial. Si acaso ocurre, las obras se entienden como
imágenes sin contexto histórico o intelectual. Sólo como formas “para
inspirarse” y no como parte de una estrategia, tal como la describe Rafael Moneo en Inquietud teórica y estrategia proyectual:
“El término “estrategia”, el otro concepto que ha dado pie a que estas lecciones se hayan convertido en un libro, se entiende aquí como mecanismos, procedimientos, paradigmas y artilugios formales que aparecen con recurrente insistencia en la obra de los arquitectos actuales: de ellos entiendo que se valen para configurar lo construido.”
“El término “estrategia”, el otro concepto que ha dado pie a que estas lecciones se hayan convertido en un libro, se entiende aquí como mecanismos, procedimientos, paradigmas y artilugios formales que aparecen con recurrente insistencia en la obra de los arquitectos actuales: de ellos entiendo que se valen para configurar lo construido.”
La pregunta que nos hacemos
en este taller es: ¿El análisis de obras de arquitectura significativas pueden tener
lugar al mismo tiempo que el ejercicio proyectual y llevarse a cabo en un mismo
taller y con la misma intensidad? Estamos convencidos de ello. Es más, lo
creemos necesario: porque compartimos la desconfianza sobre el proyectista que
es simplemente “creativo” sin ser al mismo tiempo un diseñador culto o al menos
informado. Durante un proceso de análisis, que no puede ser realizado más que a
través de los mismos medios con los cuales proyectamos –dibujos, maquetas,
modelos, diagramas– nos proponemos también cuestionar el uso mecánico que llegamos
a hacer de estas herramientas. A cierta altura de la formación universitaria de
un arquitecto, “plantas, cortes y maquetas” pueden comenzar a producirse sin
cuestionar siquiera si para cada proyecto –o cada análisis- no existen dibujos
y modelos idóneos, que son intrínsecos al proceso y no simples productos
estándares.
Los objetivos de este taller
son:
- Comprender las estrategias y la postura de diseño de algunos arquitectos relevantes del siglo XX y XXI
- Ejercitar en este proceso la observación atenta y disciplinada, así como el uso de las mismas herramientas que utilizamos para proyectar
- Reconocer los métodos de análisis y comunicación apropiados para cada una las estrategias de diseño analizadas
- Confrontar y completar el análisis con la obra real. Visitar una obra de arquitectura de manera experta
- Producir un documento que registre, de manera cuidadosa, el proceso de análisis
- Adoptar las estrategias aprendidas para enriquecer una postura de diseño propia
Al no ser el diseño de un
nuevo proyecto, ni un programa arquitectónico específico el principal foco del
trabajo que realizaremos en el taller, estos se definirán hasta que el análisis
haya producido resultados suficientes para decidir cuál es el mejor camino para
ejercitar lo aprendido.
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